Tanto pensar en mi se me ha escapado una buena historia, por hacerla solo mia, por ser un capullo.
He olvidado que jugando con el mundo tambien hay gente cerca de mi y solo puedo que asumirme en la caida.
Me traiciono por momentos, nunca he querido ser vanidad y ego en una mezcla que resulta muy peligrosa, la vanidad la guardaba para aprender de ella en los demás y de pronto la llevo encima. El ego solo quiere ser defensor de mi camino y de mis sueños, quizá creí ser demasiado.
Ahora ya no hay vuelta atrás, no se paga ningún precio por algo así. Asumo mi derrota, no con ella, si no conmigo y esa parte de mí que quería ser persona, ser bueno en mi destino.
Ahora ya no hay vuelta atrás, no se paga ningún precio por algo así. Asumo mi derrota, no con ella, si no conmigo y esa parte de mí que quería ser persona, ser bueno en mi destino.