Poniente de Julio

Todo el puto día entrando el calor por los rincones, esforzándose por sudarme las pieles y encendiendo los olores mas primitivos de mis grasas acumuladas, me apego, me derrito desde el ombligo, como naciendo entre goteos de sebo y pudor.
Perspectiva asquerosa de mi estancia en este Julio compartido entre el aislamiento y mi entrega por fasciculos a mi entorno social.
Me juro siempre que voy a hacerlo de otra manera, que no voy a ir hasta el extremo de mi intención, hasta el pasito por delante de la normalidad.
Estoy mal visto en el infierno.

Pero me espero en el turno de palabra para sonreír a las lecturas ajenas, trato de verbalizar la ironía amable de nuestra amistad, por historia y por azar; ya que por vosotros soy, aquí crecí, en esta parte del mundo.
El destino es un peso a doble bombo que retumba en mis pasos y a cada camino al que me enfrento.
Conjugar es combinar varias cosas entre sí, conjugo mis pasos entre caminos pero guardo para mi instinto la intención que guía mi juego.
Es la esencia que me lleva hasta el teclado que amanece hablando de mi.
Hablandome en la red.

doblando

El fanático y ese huésped que se aguanta en el espejo, perdura en la caricia de la guerra sin bandos definidos, se esconden entre la niebla a la espera del fin.
Aprovecha el estallido de la vida que retomas en la media de una huida hasta el grito, hasta el destino que me aguarda en tus caricias prisioneras y audaces en el vidrio que aguanta la última copa.
Y me habito en mi camino ya cansado de hacer tramos... y trazar lo mismo que el dibujo ya cansino de montarlo en tu teatro frío y descosido, canciones no profundas,
solo letras....