Observatorio Animal

El aspecto que pausa y observa mi animal al frente perfilado guarda paz y retortijón envidioso. Mi yo es contradictorio observador que capta el momento de convivencia entre nosotros que vemos siempre y ellos que nos miran pero no nos entienden nunca.
 Condicionados en una dársena jaula artificial se pausan frente a un agua estancada, soñando con que fluya o por fin haga un remolino en señal de vida o cierto movimiento que despereze la rutina.

La juerga olvidada en una mezcla libre a campo abierto se agarra a una esperanza compartida entre mi pelaje mono y las patas tiesas que al compás de estas orejas que siempre se alzan primitivas a la espera de un que pase algo

veleta

En la veleta del canto del gallo se haya el juego terciario de una guerra ya perdida por los hombres.

Acostumbrado a rutinas que se han rendido entre todas las voces que gotean por mi frente, he aprendido a dejarlas bailar en mi presente, pues se que al final caerán a mi suelo añorando un viento que las acune hasta mi infinto paso, y al golpear en mi perfil de gallo peleón al viento, mi mirada de hierro renacerá en esta veleta, preguntándose inocente y guerrera hacia donde gira hoy su destino.

jardines

Un jardín desesperado crece en flor desde la puerta donde enfoco en segundo y tercer plano, me conquista la balada rosa sobre el tejado que guarda cima al fondo.
 La desesperada luz que sobreexpone mi profundidad de campo aguanta nitidez y presencia delicada de media mañana.
Jugando con el rosa y las piedras hogareñas me dejo cautivar para escribir de esto en este ajardinado rato.