Huelga que en la grandiosa esfera que me espera me hayo perdido hasta las trancas. Es un beso mojado el atrezzo que jadea de placer en el plano que se come la sensualidad altiva y guerrera de tu carne. Taconea el hambre de tu boca a la espera de mi sexo incandescente entre mis piernas y el baile que me quiere morder y masticar y hasta tragar cada centímetro de carne.
Habita el aguante de una fanática palabra que se palabrea en la fuerza bruta que burla la calma. La falacia se entrevista con la profundidad de una mirada que espera al placer en la pausa y se deja en la cadencia una tregua hasta llegar al mas profundo de un placer tragado y altivo.