La organización que se postula para mi futuro inmediato, se alimenta de huidas de lo cotidiano, de sonrisas que contrarrestan conversaciones triviales, y sobre todo, de rabia.
Demostrar a la sombra de mi mismo que puedo ganarle terreno, es impulso; llenar mis pasos de argumentos, es mejor que llenar mi boca de mentiras.
Renovarme la identidad sin caer en la burocracia de las masas, difícil empresa, hasta me influyen el lenguaje y metaforizo con palabras de manual de oficina y ventanilla.
Renuevo de nuevo mi pasado para borrar recuerdos utilizados y recuperar ilusiones vírgenes de sueños, crudas y aún por hacer.
Escribir de amor, de libertad, de miedo, de sueños y esperanzas, de caídas y alzamientos contra el imperio de la razón de las masas. Si, quiero.
Resignación, que no silencio....palabras contra mi sombra.
Porque si, lo he hecho, no se como pero he sido yo, caigo en letargo entre mi mundo que no motiva para nada mi esperanza de sentir de otra manera.
La confianza ganada con los años con toda mi manada, parece que es más simple de lo que yo imaginaba; se reparte la presa, no se comparte, se compite por la hembra, no jugamos todos, hembra inclusive. Somos unos animales.
Espero que el equilibrio no caiga del lado de la sombra de nuevo, espero seguir en mi paso y compartir lo que quiera, ser egoísta para no venderme a las expectativas no activas de un mundo superficial y monótono, del que todos se quejan pero nadie cambia.
Yo seguiré haciéndolo a mi manera, no romperé con todo, ni huiré de lo que me ha tocado, pero iré siendo, sin al menos seguir sus pasos.
Zapateando contra mi sombra.
