Partícipe de bailes rutinarios me trazo lineas de hombre que juega y baila las vidas ajenas, testigo activo de corrillos en jueves o cualquier día que no sea domingo.
Resaca de frustración.
Moteo los paisajes de ser compañeros con ironías complices, comento los vientos que agitan los lazos de las anécdotas grupales que nos hacen amigos, me envalentono en la confianza de los gestos y las justas palabras.
Frustración por bailar folklore y prejuicios, no sentir la historia que me une a lo que me ha tocado en vida,
pero sin embargo, estar en ella.
Y parece que mientras sigo con el recuento de lo que no enseñé, sigo sin creer que me gano un hueco en los acordes de lo que tocáis mientras crecéis en el camino, compañeros.
Quizá ocurra o sea cierto.
El hombre de quien nadie aprendía nada, o sea yo,
no conforme con ser complice, víctima, juez y parte, nombrado en mi ausencia, anfitrión o invitado de lujo....quiere llevaros a mi fosa traviesa y aún por delimitar, fuera de los ideales que maduran y que me encanta contemplar a vuestro lado, pero veo y huelo y oigo y toco y siento un algo más,
mi suelo.
Solo quiero sentir que algo aprendéis de este hombre de quien nadie parece que aprende nada
entre tanta vida que crece.
Resaca de frustración.
Moteo los paisajes de ser compañeros con ironías complices, comento los vientos que agitan los lazos de las anécdotas grupales que nos hacen amigos, me envalentono en la confianza de los gestos y las justas palabras.
Frustración por bailar folklore y prejuicios, no sentir la historia que me une a lo que me ha tocado en vida,
pero sin embargo, estar en ella.
Y parece que mientras sigo con el recuento de lo que no enseñé, sigo sin creer que me gano un hueco en los acordes de lo que tocáis mientras crecéis en el camino, compañeros.
Quizá ocurra o sea cierto.
El hombre de quien nadie aprendía nada, o sea yo,
no conforme con ser complice, víctima, juez y parte, nombrado en mi ausencia, anfitrión o invitado de lujo....quiere llevaros a mi fosa traviesa y aún por delimitar, fuera de los ideales que maduran y que me encanta contemplar a vuestro lado, pero veo y huelo y oigo y toco y siento un algo más,
mi suelo.
Solo quiero sentir que algo aprendéis de este hombre de quien nadie parece que aprende nada
entre tanta vida que crece.