viernes, julio 24, 2009

Poniente de Julio

Todo el puto día entrando el calor por los rincones, esforzándose por sudarme las pieles y encendiendo los olores mas primitivos de mis grasas acumuladas, me apego, me derrito desde el ombligo, como naciendo entre goteos de sebo y pudor.
Perspectiva asquerosa de mi estancia en este Julio compartido entre el aislamiento y mi entrega por fasciculos a mi entorno social.
Me juro siempre que voy a hacerlo de otra manera, que no voy a ir hasta el extremo de mi intención, hasta el pasito por delante de la normalidad.
Estoy mal visto en el infierno.
Pero me espero en el turno de palabra para sonreír a las lecturas ajenas, trato de verbalizar la ironía amable de nuestra amistad, por historia y por azar; ya que por vosotros soy, aquí crecí, en esta parte del mundo.
El destino es un peso a doble bombo que retumba en mis pasos y a cada camino al que me enfrento.
Conjugar es combinar varias cosas entre sí, conjugo mis pasos entre caminos pero guardo para mi instinto la intención que guía mi juego.
Es la esencia que me lleva hasta el teclado que amanece hablando de mi.
Hablandome en la red.