domingo, abril 18, 2010

Poza


De carrerilla enuncio el vocablo que precede al amanecer bastardo de mi contratiempo a la primera luz del día. Gigante beso de poeta arrabalero en to el morro, de regalo, sonriendo en el reflejo de su poza transparente me dejo un perder mojado.
Hay estrofas en los brazos que se cuelgan resignados a la espera de mezclarse entre el verde y el gris de la conquista de una trucha río arriba. Mientras, un valiente mozo traicionado en el reposo espera, mientras va muriendo su reflejo en el agua espejo su sonrisa de despedida.