lunes, noviembre 14, 2005

ella...


Mariana en el barco se tiñe de blanco el techo del cielo que ha conquistado, para ponerlo en el lado de las cosas que no pesan. Deja en el suelo una chaqueta y pone encima los pies mojados, a pies juntillas va colocando los dedos por el hueco de las mangas y así cubrir el empeine y no dejar que la corriente le enfríe. Casi por instinto encoje las rodillas y se abraza a si misma.