martes, diciembre 13, 2005

- llévame...


hasta tu quimera del amor de pareja, lo digo por aprender, lo digo por conocer, por saber que es eso de completar una vida que no es tuya, y hacer de dos caminos un sendero de una dirección,
Las hojas del otoño sentenciaran al caer alguna de las cartas que has escrito y que nunca contestaron, para decir que del suelo se irán volando, para que se pierdan en el polvo y la nieve del invierno, que vuelvan en primavera y las baile el verano.
Llévate hasta la última de las piedras que molestan en la arena cuando descalzas tus pies, hazles un rincón en la sala de espera, tienes muchas cosas de ellas que aprender.
Alguna vez he evitado el tiempo y sin querer he dejado pasar los días o las horas, he llegado a sentirme culpable por matar la vida.
Pero la vida también vive muriendo, ahí he encontrado el espacio que me dejó mi nacimiento para que entre todas las cosas que a mi alrededor encuentro vaya haciendo lo que me de la gana, y poco a poco vaya saliendo.
Un cuarto de siglo ha pasado pero sigo pensando que el tiempo poco importa, sigo paseando para pensar bien mi destino, quiero hacerme inmortal en mi gesto, en esa sonrisa que me cruce el rostro por sentirme vivo. -