viernes, enero 13, 2006

con mis manos


Desde dentro de esta calle que me fuerza el paso, las pintadas de tus manos me dibujan el camino. Entre dos ojos camino, mis huellas se borran a cada paso.
Huye eterna la última caricia remendada por los años, de un nunca que se hace largo con el paso de este día. Ya no hay más dedos que se crucen en tu velo de rostro cansado sin que sea capaz de hacer tan sólo, que peleas con mis pensamientos de añorado, con mis días de borracho.
Se que lo tengo de frente ya encauzado, mi leyenda se complica por momentos, por descuido del que escribe. Se la estoy robando de las manos.
Me esfuerzo en malcriarme, en acudir yo en mi ayuda, en pensarme lo que piensan otros, en escurrirme de mis manos.
Me animo a ser humano, a ser de papel para así volarme, a tener menos antes que nada, a soñar lo vivido y ha vivir lo soñado.
Me guía el sol, mi estrella y esa piedra que encontré sin querer en el jardín de mi mala suerte.
Duerme y retira a tiempo las malas semillas que germinan de la niebla, flores sucias sin corazón y vacías.
Vive entero el cielo que no acaba, tan sólo vuelve a empezar mientras sigue girando. Y descubre que este sitio
tan sólo está dibujado, puedes borrarlo y pintar de nuevo tu escenario, puedes hacerlo con tus manos.