parada respiratoria para dar respiro y alas a mi oratoria de ansiedad, refugiar el naufragio en una reflexión pausada del contexto migratorio de mi discordia emocional.
Calma chicha para el pecho y la inmensidad que queda tras mis ojos, pensamiento positivo y deconstrucción de la rayada que azota los pensamientos claustrofóbicos de hombre inestable.