Se refugia la mitad de la mirada de un hombre y se esconden las intenciones del viajero en una sombra.
En el lugar donde se encienden las palabras se vuelca el miedo y todo el futuro de su destino, todo el peso de su camino.
Así, a medias siempre hay una excusa y una eterna sentencia de un hacer práctico lo que se es y lo que no.
El poder de la mirada oculta el lado de las sombras donde se refugia el fracaso.
En el lugar donde se encienden las palabras se vuelca el miedo y todo el futuro de su destino, todo el peso de su camino.
Así, a medias siempre hay una excusa y una eterna sentencia de un hacer práctico lo que se es y lo que no.
El poder de la mirada oculta el lado de las sombras donde se refugia el fracaso.