martes, julio 18, 2006

una sombra en el suelo


Aún la veo en el sofá, y soñando con que se hubiera quedado, me busco las palabras para contarlo. Hubiera bailado todo el disco y hubiera bebido una copa más con ella si es que esta vez de verdad es real todo lo que en mi mente acontece.
No se como esperarte y la presencia pone música a tu ausencia porque esta vez creo haberte visto; entre la gente, en medio del jardín queriendo volver, en el sofá, en mi pantalla negra, poniendo color a mi esperanza.
Huyo de querer necesitarte, no me parece un buen comienzo para una larga espera, aún así, verte o creer verte entre mi vida me recuerda que no me escondí muy lejos y que sigues siendo princesa de mi fabula con moraleja de tragedia griega.
Ahora, yo me esquivo en el recuerdo para no pensarte en la sombra de este miedo a reventar mis tratados de ausencia. Me quiero dejar en el tiempo, y dejarme correr mientras pase la vida. Pensarlo de una manera tan global me quita las responsabilidades de los objetivos conceptuales de mi evolutiva madurez y así pasan por mi lado lo suficiente como para simplemente ir bailándolos en mi rutina.