En el suelo de este planeta donde empezó todo hace mucho, mucho tiempo, y aquí acabará...
domingo, diciembre 25, 2005
algo ocurre
Levanta la mirada tu pena y no hay engaños en sus ojos, mirando al frente me hago el loco de jugarte las opciones.
Quien empieza no importa, si tú eres tu y yo soy yo y queremos hacernos el favor de seguir encontrándonos, cada uno en su hueco, cada uno su recado, el de encontrarse a si mismo.
Nos vemos en la próxima estación mi compañero, mi compañera, hoy no hay tren en tu apeadero y yo camino por la senda del pastor ateo, tu en las vías del rey salomón o como quieras que se llame.
- No te ahorques esta noche, ni pongas cuerda en lo que sigue si es que quieres un hasta luego. Nos debemos un escrito a puerta abierta, en la terraza o donde tú quieras. Unas palabras de hasta pronto, un polvo encima de la mesa.
Yo me tiro en la escalera y espero a ver quien pasa entre la pared y el hueco que del ascensor que no pusieron queda.
Huelen los pies del que viene a mi derecha, no se que dice el que viene por mi izquierda, maldita canción la que suena en la casa del piso de ese que lo niega.
Guardo y queda a ciegas este ultimo día antes de cambiar a hombre que se sienta, pongo en pie el silencio y me canto por soleares hoy tus penas. -
martes, diciembre 13, 2005
- llévame...
hasta tu quimera del amor de pareja, lo digo por aprender, lo digo por conocer, por saber que es eso de completar una vida que no es tuya, y hacer de dos caminos un sendero de una dirección,
Las hojas del otoño sentenciaran al caer alguna de las cartas que has escrito y que nunca contestaron, para decir que del suelo se irán volando, para que se pierdan en el polvo y la nieve del invierno, que vuelvan en primavera y las baile el verano.
Llévate hasta la última de las piedras que molestan en la arena cuando descalzas tus pies, hazles un rincón en la sala de espera, tienes muchas cosas de ellas que aprender.
Alguna vez he evitado el tiempo y sin querer he dejado pasar los días o las horas, he llegado a sentirme culpable por matar la vida.
Pero la vida también vive muriendo, ahí he encontrado el espacio que me dejó mi nacimiento para que entre todas las cosas que a mi alrededor encuentro vaya haciendo lo que me de la gana, y poco a poco vaya saliendo.
Un cuarto de siglo ha pasado pero sigo pensando que el tiempo poco importa, sigo paseando para pensar bien mi destino, quiero hacerme inmortal en mi gesto, en esa sonrisa que me cruce el rostro por sentirme vivo. -
viernes, diciembre 09, 2005
- Pero yo sigo...
sin ganas de dormir el tedio porque me aleja de la realidad, quiero hacerlo un peinado que llevo por un tiempo, una chaqueta de temporada, un triste momento.
Creo que sigo esperando, sin querer, a que salga la vida de repente, de algún rincón, de algún espejo.
Con ganas de mirarte el pecho y bailarte la cintura con las manos, follarte el cuerpo y amar cada una de tus palabras.
Gírame el deseo hacia donde tú quieras que yo voy detrás con las penas abiertas, que la sangre marque el camino de vuelta a casa, que al menos aquí he conseguido sacar al sol y hacer de la noche borracheras y verbenas, camas y entrepiernas por donde paseo sin hacer promesas.
Niña de los ojos de tierra y el agua cansada de hacer un río de ida y vuelta al lugar donde los besos se cobran y ya no se roban.
Jugando a ser el hombre que hace de tu vida algo diferente vuelvo a encontrar una manera de perder la cabeza entre sonrisas y una mirada nueva de ven y cógeme el miedo. Soy el señor que quiere hacerte mujer aunque hace tiempo que lo seas, aunque esta noche creas que nadie nuevo puede ser un poco más de lo que siempre has querido de él. -
sábado, diciembre 03, 2005
una sensación aquí dentro…
Se aleja el encuentro de la tierra con este mi destino escrito, las coincidencias del perdedor y el hueco de su buena obra son los dos jueces que levantaran la sentencia sobre lo que esperas de mi y nunca encontraras.
Me llama la llama y quema lo poco que queda de aquella que es la ilusión del diccionario, la ultima entrega de los fascículos de hacer una vida mejor.
Me quedo en la parada, me vuelvo de nuevo hasta la última vez y dejo de creer porque nada parece real.
Así queda una condena empapada de agua.
Lleva un poco de aquello de lo que tu y tu ni tenias pensado y se acaba por decidir….es lo que tanto esperabas, eso que tanto estuviste a punto de vender por tu corazón.
Suelo tener entre los ojos un pensamiento, solo uno, eso de ser un poco más de lo que soy, cada día, cada minuto cada golpe de sangre en el pecho.
Tienes más de lo que de lo que imaginas en el alma, tienes más de lo que te dijeron desde el principio en los peros que nunca llegaste a preguntar.
Hoy es el día.
Llévame hasta el suelo para ver en la tierra tu condena, tus ganas de hacer pos ser, tus sueños por cumplir y tus tareas por cumplir, entre las obligaciones y tus decisiones, entre tus deberes y tu pertenencia de eso desde lo que ha partido tu saber.
viernes, diciembre 02, 2005
con ella...
Ella es baile en mi conciencia por no ser nadie y ser todo,
una vez o dos a la semana.
Quiero ser de nuevo el segundo hielo de tu copa, el hambre de las cinco de la mañana para encontrar algo nuevo esta vez, condena de hombre.
Busco el destino de mi ombligo cada noche.
Voy a hacerme un hueco en la percepción mientras busco una limpieza, mientras tanteo al miedo y a las alas de princesa que quieren hacerme volar en un cielo que no es mío.
Busco el sueño que he escondido en las rayas de tus bragas, busco en ti o en ella donde perder la mirada.
Ser valiente de fe y de un poco nada, que ya es tarde para jugar a que todavía es pronto para acabar mi baile y empezar la guardia.
Si no hay error en la puerta de entrada hoy te escupo el castigo de no tener coartada en esta noche de salimos porque si.
Hoy te entrego mi juego y te juego mi baile entre las voces y un mal comienzo, te dejo colgado el sueño y te despierto si quieres tener un beso, si quieres abrazarme bajo la lluvia y verme sin poner espejos.
Llegan tarde las naves de hacer colores en las nubes, que cubren el espacio que queda entre los edificios, que miramos por no mirarnos a la cara. Dejarnos en la almohada un te espero sin reparos, un
- tranquila compañera -, un encuentro entre tus brazos.
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