Llegado el momento de bajar, mientras se abrían las puertas y el calor golpeaba en la cara, quiso volver a sonreir por última vez. Seguia creyendo que en realidad, igual que él pero sin llegar a creerlo, nadie sabia muy bien como era el final y cuales eran los motivos de hacer lo que decian las costumbres y lo que el mundo espera de ti.
Volver a empezar puede significar cambiar todo lo que hay en tu vida, no lo que hay en tu cabeza. Eso es algo que ya tenia asumido, pero esa sensación de impotencia se había vuelto indiferencia por todo. Nada vale nada, recordó, así que había llegado el momento de seguir hacia alguna parte donde encontrar algo que valga la pena vivir.